Cuando entras a una cafetería de especialidad, independientemente del abrazo aromático del café que te recibe, la percepción acogedora del lugar no es la misma si te topas en la barra con un grupo de baristas (propios y extraños) en plena maniobra de alquimia, descubriendo los elementos medicinales, químicos, y místicos que se constituyen o transmutan en el café. Esa demostración visual te remonta al laboratorio de química de la secundaria y preparatoria. Hasta ahí todo bien; para los simples mortales el espectáculo se ve ensombrecido por el lenguaje que utilizan, ya que prácticamente es imposible saber de qué están hablando.
Probablemente, en algún momento, habrás acudido a un despacho de abogados o incluso haber convivido con ellos en una reunión social, donde de manera muy explícita se te da a conocer la respuesta a tu búsqueda por asesoría, con un lenguaje propio del siglo XIX. Y para ejemplificar, reproduzco el siguiente fragmento de la primera sentencia de amparo en México, de fecha 13 de agosto de 1849:
” […] que la circunstancia de no haberse reglamentado el modo y términos en que tal protección debe dispensar, no es ni puede ser un obstáculo para cumplir con ese sagrado deber, porque a nadie puede ocultarse el modo de sustanciar un expediente y que, de no dar cumplimiento al citado artículo, resultaría una contravención del objeto y fin que los legisladores se propusieron, no menos que una muy notable infracción, que inconcusamente haría responsable al que la cometiera; […]”. (MGDO. Enrique Arizpe Narro, 2006, p.45–46)
Estoy seguro de que en tu mente se reprodujo el sonido de cuando se raya un disco. No te preocupes, es normal; incluso para el que escribe y para otros abogados es intrincado interpretar, clara está la excepción, de lo que se relaciona con tu especialidad.
En cuanto al mundo de los baristas (la voz barista es un italianismo), como el derecho, está regido por leyes y normas, así como un lenguaje propio. Tiene mucha relación con los abogados ya que prácticamente el consumo de este estimulante, antioxidante y analgésico líquido forma parte de las actividades diarias de la abogacía. Sus signos lingüísticos identifican los diferentes niveles y funciones del barista, tal y como ocurre con la abogacía, a través de los profesionales universitarios (pasantes), abogados junior y senior. Algunos términos que tu barista de confianza expresa frecuentemente, son: Affogato, arroba, bagazo, café au lait, torrado, filtro clever, carácter varietal, doppio, flat white, etcétera. Si por alguna razón, nuestro profesional especializado en el café de alta calidad se encuentra demasiado ocupado para resolver nuestras dudas, afortunadamente contamos con el apoyo de nuestro dispositivo omnipresente para resolverlas. Cuando te permiten intercalar algunos silencios el resultado es gratificante, como la enseñanza que se me dio: Barista.
-Dentro de los métodos de extracción hay categorías. En los vertidos hay básicamente dos, que son: percolación o goteo e inmersión. Inmersión es cuando el café tiene una introducción completa en el agua. Incluso el café de olla es un método de inmersión. El método tradicional de cata es una inmersión completa y la percolación es por goteo. ¿Qué quiere decir esto? Esta un dripper1, entra agua por arriba y gotea por abajo y el clever2 es un híbrido, dado que es inmersión y hay una válvula que lo abre y lo vuelve percolación.
Como usuarios de servicios legales o de cafetería de especialidad, tenemos el derecho a saber de manera clara, qué se nos está diciendo.
En cuanto a lo abordado con anterioridad, me he referido a estos dos grupos, puesto que con el derecho comparto mi formación y con el barismo mi alegría. He podido identificar que en ambos debe existir una transformación de su lenguaje ante la conversión digital, pero el motivo más importante para la abogacía es enfocar su instrucción del lenguaje jurídico junto al lenguaje de programación. El formarse como abogado, a través de la enseñanza de diseño de pensamiento o desing thinking, permitirá ser más eficaces en entender, dar solución y explicar de manera clara la respuesta que buscan los usuarios, ante sus necesidades.
Los baristas de especialidad pueden fidelizar al usuario, que degusta de sus métodos de extracción, expresándose de manera clara y sencilla, en la medida que se va adquiriendo el conocimiento que nos transmiten.
“Hay que escribir como se escribe y se habla en el siglo en que se vive.” Marcelino Menéndez Pelayo.
MDCI HÉCTOR IBARRA SANTAMARÍA
@hector_abogadodigital